Keep myself IV

Nunca imaginé que habría tanta gente aquí, me lo estaba pasando increíble con todo el mundo, gritábamos, saltábamos, nos sentíamos como se puede decir “indignados”. Era mi primera manifestación, y he de decir que volveré a la próxima seguro. Aunque todo se estaba empeorando cuando caía la noche. Me encontré con Lucas que dijo que estaba con unos amigos pero más para delante, dijo que después volvería a por mí, y lo dijo con una sonrisa tan, tan, tan…. Ya me entendéis de esas que te derrites.

Como dije, al entrar la noche la policía empezó a venir, algunos de los nuestros empezaron a gritar más y más fuerte, y la policía se acercaba mas y nos limitaban mas. Entonces empezaron las locuras, los golpes, los insultos, la policía empezó a pegar con la porra, todo el mundo empezó a correr algunos para pegar, otros para romper cristales, mi grupo se separo, yo me fui como pude detrás de algunas pero cuando me di cuenta estaba en medio de todo el cogollo, un policía me miro y empezó a seguirme, pero me escabullí entre la multitud. Entonces alguien gritó mi nombre y me quedé quieta, y por culpa de quedarme así, me empujaron tan fuerte que caí al suelo. Me tape la cabeza, pero notaba la desesperación de la gente saltando por encima mía. Entonces alguien se me tiro encima. Y  por eso grite:

-Joder!!!!!!!!!! ¿Quién es el capullo que tiene la brillante idea de aplastarme más aún?
-El mismo capullo que intenta protegerte de un buen pisotón en tu preciosa cara.

Sí, estaba a dos metros mía, no a tres como el libro de Moccia.

-No sé como lo haces pero siempre me encuentras.
- Y yo no sé como tú lo haces pero siempre te veo…

Empezamos a reírnos.

-Parece que esto está acabando muy mal eh? Yo que creía que tu no eras de esas chicas que se manifiestan
-Para que veas, que nadie es lo que parece.
-Tú crees que no soy lo que parezco? – preguntó con curiosidad, y en mi mente apareció las dudas del otro día en clase…
-No sé si eres lo que pareces, pero lo que sé es que me gusta como pareces ser.
-Jumm, no sabía de nadie que escapase tan bien a esa pregunta.- dijo riéndose.

Entonces alguien se tropezó con nosotros y se cayó al lado. Entonces salté con algo que nunca pensé decir:
-¿Sabes? está bien que me protejas, pero yo tampoco quiero que te pase nada a ti.

Y con esas palabras, le abrace , y por no sé cuánto tiempo nos quedamos así, abrazados en mitad de la gente desesperada, y aunque había gritos, sollozos, insultos, etc. Yo lo único que escuchaba era su corazón, lo único que sentía era su aliento y su cuerpo encima mío.

Y cuando ya notamos que nadie nos saltaba por encima, y que nadie gritaba como si tuviera la boca cerca de nuestro oído, nos volvimos a mirar. Fue el momento en el que se me olvido donde estaba, que estaba pasando, pero solo por el hecho, de que su boca se estaba acercando, cada vez veía los ojos más cerca, 1,5 cm, 1,2 cm, 1 cm, 0,8, 0,2... y se paró, a esa distancia. Pero por qué no avanza, no lo entiendo, ¿me quiere provocar? porque sinceramente lo esta consiguiendo. Entonces hice lo mejor que sabía: cerrar los ojos, porque ahora no quiero ver, quiero sentir!


Comentarios

  1. Ostras... me has sorprendido! Me ha encantado, no sabía que tenías una vena tan fuerte de escritora o.O!

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