Difícil de abrir

Y es aquí y ahora cuando consigo abrir esa puerta,
donde me encuentro todo lo que había olvidado,
todo lo que comencé sin poder continuar,
todo lo que me rodeaba mientras me encontraba en una burbuja,
mi propia burbuja, nube, fantasía, sueño,
un estado de shock incontrolable,
que hace que cada minuto sea interminable y solo pueda pensar en el minuto siguiente.

No tenía la llave para abrir esa puerta,

por eso lo intenté como pude: a golpes, a patadas, con todo lo que podía.

Incluso con ayuda era imposible, esa puerta no se abría, no me dejaba ver mi alrededor, sentir cada momento, cada situación, cada espacio, cada risa, cada lágrima. Estaba encerrada en medio de la nada, en un mundo abstracto de emociones que no comprendí, aunque si he de ser sincera aún no las comprendo.

Pero en cada minuto más que paso ahí, la puerta sigue ahí, sigue cerrada, entonces me decido, quiero ver algo más, quiero continuar todo lo que hice y quería hacer, porque todo hace que sea yo. Hace que mi interior controle mi exterior.

Sólo es una forma de abrir una puerta, que sólo puede abrir la mente, aunque todavía no he entrado.